LA TRAMPA DE LOS DISCURSOS Y LAS FACHADAS POSE . Por Marisa Del Collado

Vivo pensando cuan variadas son las maneras en que una persona puede entender lo que es comprometerse socialmente. Y digo “muy bien” por esos que persiguen despertar a quienes se rezagan en la indiferencia, bien a los que rechazan favorecer los círculos de violencia, de injusticia e impunidad. Pero a la vez digo con pesar: qué mal por esos falsificadores de solidaridad, por esos que dicen estar muy interesados en los excluidos y los grupos vulnerables cuando en realidad arrojan un tizne que cada día nos deshumaniza y desintegra más como sociedad.
Con los años no solo en México sino también en el mundo los problemas se han ido intensificando gracias a la impunidad, la deshonestidad en el manejo de los recursos y la violencia que hospedamos. Con ello emergen las protestas y las demandas que buscan abrirse paso. Desafortunadamente, tenemos varios años manejando los problemas con una falta enorme de cordura y reflexión. Muchos problemas se han usado para hacer política y generar división en distintas clases. Quienes hablan de ellos, se resisten a considerar el tramo completo que los constituye, no prevén las consecuencias de elegir una u otra vía. Ante las presiones y los intereses políticos, se optan por caminos que son una verdadera aspirina, una vacilada política cargada de ideologías que nos hunden y confunden cada día más.
Es de lamentarse como ciertos grupos ideológicos que traen a espaldas intereses económicos y políticos, han aprovechado el lado compasivo de miles de personas a quienes les venden ideas revestidas de pertenencia a colectivos supuestamente solidarios. Finalmente son grupos que trabajan con expresiones engañosas que manipulan a muchas personas con quienes gestan una identificación con el resentimiento, con el miedo, con una autodeterminación extraviada. Es así, como enarbolan una bandera y en ella insertan una bomba completa de reclamos “sobre estimulados” que llegan a lo irracional y al punto más crítico que tiene el individualismo humano, atentar contra la vida con tal de hacer cada cual lo que quiera.
Vinieron las grandes mentiras como lo fue anteponer un supuesto derecho al aborto aniquilando el derecho de otro a vivir. Con desfachatez miramos en los medios y en las redes aquellos que pueden pronunciarse a favor del aborto y en paralelo se autodefinen como activistas pro mujer, pro justicia y pro libertad, cuando es evidente que a esa misma mujer a quien toman como arma ideológica no la vuelven ni siquiera a nombrar, o a mirar para ver cómo ha quedado interiormente después de su aborto.
Me cuesta creer que personas cercanas a nosotros sigan dando cheques en blanco a favor de este mal ideológico, sin importar el rio de bebés que se han cargado en el camino y hoy están muertos. No podemos seguir ayudando a suavizar el crimen, los manipuladores lo hacen afirmando que es la suspensión del embarazo cuando en realidad es una ejecución ¿Cuándo podría continuarse un embarazo que se ha suspendido? Nunca!!
Percibo ya instalado un chip nuevo en las mujeres jóvenes, lo lamento, pues aún sin estar embarazadas, ya consideran por toda esta valentonada de discursos feministas, que el aborto es un botón para ellas, el cual se puede activar en caso de “temblor”, lo consideran un derecho a usarse cuando la venida de un bebé desentone con su planes y proyectos de vida.
Es claro, que a las mujeres embarazadas se les conduce con presión a una corriente evasiva, a que se escurran de lo que “ya es”, haciéndoles entrar en una negación de lo que les está sucediendo. El legrado, como una práctica legal, aparece aquí como vara mágica, que ilusamente le dice a cientos de mujeres y hombres un mensaje de: “aquí no ha pasado nada, pueden seguir en paz”. He conocido muchos testimonios de mujeres que han abortado y créanme no les ha sido fácil encontrar la paz. Qué mentira más grande!!.
La consejería para abortar es ausencia de acompañamiento en la sociedad. Se planta una nueva injusticia, la potencial mamá será la primera quien cargará las afectaciones de ese combate que sucedió en su interior.
Tendemos a aceptar rápidamente aquello que nos trae seguridad o alegría y tendemos a rechazar las situaciones que nos generan incertidumbre y miedo.
Concienticémonos que en nuestra vida y en la vida de quienes amamos estarán estorbando todas aquellas cosas que no seamos capaces de asumir en ese preciso momento en que sucedieron.
Busquemos que la mujer que duda en tener a su bebé, pueda reconocer y hablar de sus miedos, pero sobretodo con nuestra ayuda pueda vislumbrar ese historial de experiencias que hablan de su propia capacidad de levantarse. Hagamos que esas mujeres que temen ser madres, escuchen más en nosotros las voces del amor que acoge y comprende. Involucremos sin dudarlo a los hombres recordándoles su responsabilidad en la paternidad y lo irreemplazable de su lugar. Acerquémonos a conocer el trabajo de todas aquellas instituciones que acogen a la mujer en estado vulnerable, difundamos su labor y apoyémoslas. Las leyes podrán llegar oscilar pendularmente hacia el absurdo pero la voz interna y el criterio razonable nunca lo debemos de perder.
Julio 2022