Tú primera vez
Por Marisa Del Collado
En la semana del 14 de Febrero, se presentan centenares de surfistas que se suben a sus tablas y aprovechan las olas comerciales de expresividad afectiva. Dentro de lo que popularmente se acostumbra, dichos surfistas eligen en una modalidad u otra, manifestarse y estar cercanos a la relación que les interesa. Pero en esta semana también están los que se desmarcan de festejar pues sienten que es una especie de parafernalia. Por los últimos, los que se desmarcan, es que me da la impresión que el día les parece abordado con limitación y con distorsión y el tema en cuestión (el amor) les parece pudiera aprovecharse muchísimo más.
No se requiere ser sabio para ver lo necesario que es desmentir todo aquello que no es el amor cuando vemos el alza en divorcios, violencia y en el continuo manejo utilitarista y frívolo que vemos en las relaciones. El tema podría dar para escuchar otras voces, voces que están trabajando y le apuestan a transmitir los verdaderos atributos del amor. Se antoja mucho que todo éste tema se refresque pues lleva años quedándose corto y sin provecho para que cambie y mejore en éstos términos nuestra atmósfera.
Me gusta la temática sobre amor, expresividad y amistad que se representa en ésta fecha.
Tanto en las escuelas, en las empresas y en las familias los días de celebración pueden robustecerse y pueden transformarse en tiempos de escucha, aprendizaje y diálogo. Lo anterior serviría mucho, vivimos en una cultura muy necesitada de amor y a la vez tristemente errada en lo que es, afectada por el egocentrismo y la falta de donación al otro.
Alumbrar cada una de nuestras relaciones (padres, hermanos, pareja, trabajo, etc.) y ver cuáles son los retos afectivos para cada una sería muy útil. Está el reto de la amistad para un matrimonio que ha perdido su intimidad o el reto para los padres en alentar a sus hijos a que caminen siendo ellos mismos, para que así, en las relaciones que emprendan no estorben los espejismos y los malos entendidos.
En fin, podríamos continuar viendo las derivadas de éste tema y no acabaríamos nunca. Podríamos seguir viendo éste día como algo que vino y se fue, como un día muy comercial o podríamos tomar la perspectiva de que “aceptamos el día y nos quedamos con él en el calendario” pero ahora viviéndolo y mirándolo como una oportunidad más grande, como ese tiempo que nos recuerde el gusto por cultivar campos de relación por vez primera o de reintento en esos campos de relación que aún no han tenido el regalo de la expresión y cuidado que merecen.