
Por: María Fernanda Hernández
No es nada extraño reunirse con padres de familia, -ya sean tus propios amigos o
los papás de los amigos de tus hijos-, y escuchar que esta labor de ser papá no es
fácil, es más, que es titánica; se hace mucho uso de la frase “Nadie nació
sabiendo ser padre”.
¡Y qué decir de ser pareja!, esta relación también tiene su chiste y requiere de
buena dosis de trabajo y voluntad. Además, el tener una buena relación de pareja,
tratarse con respeto y cariño, potencializa las probabilidades de que tus hijos
logren en su adultez también relaciones sanas y satisfactorias.
Es por ésto y porque estoy convencida que sí se puede lograr un verdadero
cambio en el ambiente familiar, que comparto algunas de las recomendaciones de
uno de mis tres gurús en estos temas, Vidal Schmill, pedagogo especialista en
desarrollo humano y familia:

-Seguramente lo has escuchado mucho, pero realmente, ¿lo has modificado?
¡La adicción al celular!, este minúsculo aparato nos aleja de atender el “aquí y el
ahora”. ¿Quién no quiere ser escuchado, que le presten atención y le hagan sentir
importante?
-Acostumbramos a dar las cosas por hecho, a dejar de valorar lo que tenemos
hasta que un día ya no está. Salud, amor, sexo, dinero, etc. Disfruta el amor de tu
pareja, de tus hijos, de tus padres y de quienes te interesa conservar en tu vida.
-Da la misma importancia a las habilidades sociales de tu hijo que al desempeño
académico. Un niño sin valores difícilmente es bien recibido en todas partes.
-Genera normas de colaboración colectiva. Reduce tu verborrea y establece reglas
claras en casa para fomentar valores.
-Una personalidad bien estructurada se logra enseñando lo básico: Amor, Trabajo
ético y decencia.
-Empatía: uno de los ingredientes fundamentales para establecer relaciones
sanas. “No sólo es ponerse en los zapatos del otro, porque este es un enfoque
limitado y superficial. Significa que te importe lo que sucede a tu alrededor a pesar
de que no sientas igual que el otro para poder responder”.

-Reconocer los logros fomenta la autoestima de cualquier persona, adulto o niño.
Pero ten cuidado con adular a tus hijos, aniquila la empatía, fomenta su soberbia y
los vuelve narcisistas.
-Es importante fomentar en los hijos el servicio social. Sacarlos de su
microcosmos consumista y llevarlos a servir a gente necesitada o vulnerable.
-¿Cuáles son las palabras mágicas? ¡POR FAVOR y GRACIAS! Dar ejemplo de
buenos modales y auto-control verbal.
-Es importante que dimensiones los problemas con tu pareja e hijos. Atiende lo
verdaderamente trascendente y fomenta el sentido del humor.
Estos son sólo algunos de los tips que Vidal Schmill recomienda para la familia. Su
enfoque se basa principalmente en una educación en el hogar basada en los
valores. Te sugiero compres alguno de sus libros, por ejemplo, “Disciplina
inteligente” te comparte estrategias para una sana educación en casa.
Google Books describe claramente el contenido este libro para que tengas una
mejor idea:
“Obra basada en años de interacción y observación con padres de familia, niños y
adolescentes en aspectos disciplinarios en el hogar. Plantea que el uso de
premios y castigos produce personas con doble moral que “cobran” por su buena
conducta sin fomentar en ellos un auténtico desarrollo ético. Libro que ayuda
actualizar las estrategias para establecer límites sensatos a la conducta de los
menores y para que los padres de familia encuentren el “punto medio” que ayude
a mejorar la convivencia cotidiana en el hogar. Los hijos de hoy necesitan padres
de hoy.” –www.books.google.com.mx/Disciplina inteligente.
“Si te auxilia para jerarquizar, decidir, evaluar y corregir tu comportamiento, entonces es un valor”
Vidal Schmill.